LAS CALLES COMO LUDOTECA

Hace ya muchos años que las calles y plazas eran como ludotecas
al aire libre, y digo esto no como el inicio de un cuento,
(que no lo es), lo que digo es pura realidad. En las calles era donde
se desarrollaban los juegos, donde se compartía la iniciativa de
actividades, y el lugar donde al aire libre se realizaba gran parte de
la vida, de la convivencia, no solo de la chiquillería, también de
jóvenes y adultos.

Hoy con las nuevas tecnologías: móviles, tables, juegos electrónicos…,
se ha pasado al juego individual o privado.
“Practicado algunas veces en grupo, pero en solitario”,

Aislados y ajenos al entorno teclean eufóricos buscando el éxito
individual o personal. Parecen  estar tan concentrados que no se
escuchan ni interactúan, lo que interactúa es la maquinita mientras
ellos viajan por otra galaxia. No quiero ni pretendo con esta mi
opinión hacer o crear una imagen apocalíptica o negativa de las
nuevas tecnologías. Utilizadas con sentido común y de forma
racionalizada son tan positivas y creadoras como las técnicas de
relacionarse en otros tiempos.  En caso de querer defender algo,
mi opinión es que podrían ser totalmente compatibles, ya que las
cosas no son blancas o negras, entre el blanco y el negro podemos
encontrar infinidad de grises que son una mezcla de los dos.
Bien utilizadas se pueden contener elementos muy positivos ya que
ambas por separado lo son, no son buenas ni malas en sentido estricto,
son diferentes, y las cosas diferentes se complementan o pueden
complementarse perfectamente.    

Antes era un mundo en blanco y negro, ahora todo es color, pero el

blanco y negro tiene un encanto especial.

Para las generaciones anteriores sería impensable e increíble entender
que desde esos aparatos diminutos se pueda estar comunicado con otras
personas a cientos o miles de kilómetros de distancia.

¿Cómo un cartero del siglo pasado podría entender que se mandan todo
tipo de mensajes, cartas, fotos y documentos a través de esos chismes?.
Lo de chismes lo digo con el máximo respeto a los aparatos que nos
acercan a las nuevas tecnologías, ¿cómo en décimas de segundo llega?
Y,  ¿ cómo con tanta rapidez viene la respuesta?.

Lo que en un tiempo era normal, (jugar en plena calle), empezaba a
ser algo raro y hasta peligroso, los niños y niñas necesitaban de un
sitio específico donde jugar y hacer actividades lúdicas.

Para adaptarse a eso surgen las llamadas ludotecas, algunas muy
especializadas en organizar todo tipo de eventos, juegos y actividades,
incluidas fiestas de cumple y meriendas de grupos.

Durante el tiempo dedicado a recoger juegos que yo identificaba
como Juegos Populares de Huéneja pude  recopilar hasta más de
90. (Esto no es una fanfarronada), tengo 98. Bien es verdad que
algunos eran muy fáciles, estos sencillos eran simplemente canciones
que llevaban su escenificación, pero todos tenían su aliciente y
conseguían mantener una actividad de grupo armonioso.

Haciendo honor a la verdad en ocasiones se terminaba como el
Rosario de la Aurora, es decir, cada uno por su lado y enfadados
por disconformidad con el resultado. Cuando se terminaba mal,
(enfadados), escuchábamos a los mayores decir “¡habéis terminado
como el ROSARIO DE LA AURORA!”, sinónimo de habéis
terminado mal, cada uno por un lado.  En algunas ocasiones, esa
frase era el remate de la bronca que se recibía y que no en pocas
veces incluso iba acompañada por algún que otro azote por pelearse
o enfadarse en demasía. Las manos para dar el cachete en muchas
ocasiones eran demasiado ligeras.

Había muchos juegos que eran muy complejos o difíciles de organizar.
Si eran complicados, más difícil me resultó el poner por escrito cómo
era el juego, para que pudiera ser entendido por los que nunca lo habían
hecho o jugado. Creo que en algún caso no conseguí explicarlo de forma
entendible.

Como esa recopilación de juegos populares de Huéneja  no llegó a
publicarse, “Hoy quiero hacer de forma brevísima lo que podría haber
sido la introducción de ese trabajo”.

Huéneja era un pueblo rico en tradiciones y la inmensa mayoría de
ellas han pasado por muy diferentes motivos al olvido y lo que es peor,
han pasado al desconocimiento de las generaciones actuales. Es verdad
que todo evoluciona y hay que adaptarse al devenir de los tiempos.

Con la llegada de las nuevas tecnologías esas formas de jugar han
dejado de practicarse y se han adoptado nuevas y diferentes actitudes
de acuerdo con el momento, aunque para las personas entradas en
edad eso sea un poco incomprensible, hay que estar abierto a los
cambios y novedades e incluso incorporarse a ellos dentro de lo posible.

 

Tengamos en cuenta que todas las tradiciones surgen, crecen y
evolucionan en base a hechos o acontecimientos que se producen
en el seno de un colectivo, (pueblo), y que la población se adapta a
esa tradición y a su evolución de forma diferente, de ahí que cuando
las tradiciones se trasmiten de forma oral, adquieran variados matices
e interpretaciones, diferentes. Interpretaciones que para mí son válidas
en casi todos los casos.

Durante la recogida de datos sobre esos juegos populares de Huéneja
encontré a algunas personas que de manera determinante defendían
que su versión era la mejor y no la de otros, o daban por buena solo
la letra de su canción, la forma de su juego, de su receta, de su hecho,
de su noticia… negando la validez de la otra u otras versiones. Pienso
que todas son igual de buenas y acepto las diferencias que en muchos
casos se deben a la trasmisión oral o deformación en el tiempo.

En este contexto debemos situar a los juegos tradicionales que sin ser
específicos de un pueblo o comarca con algunas variaciones se conocen
en multitud de pueblos y en cada zona tiene un matiz o connotación diferente.

   Desde los años 60 y 70 del siglo pasado se ha producido un olvido
de todos los juegos que se practicaban y es curioso que gente no tan
joven ya diga que no se acuerda de ello, pero en la conversación
parece que se le activa esa memoria y dice,”¡Ah!, ¡sí!, ¡es verdad!,
¡yo jugaba a eso!”, incluso recuerdan otros diferentes. La imaginación
durante la conversación se activa y en este caso era activada sin
necesidad de tanto micro-chip ni juegos electrónicos, 

   Hay que tener en cuenta que los cambios sociales se producen de
una forma rápida, es más, vertiginosa. Han aparecido nuevas formas
de ocio y la sociedad evoluciona, apareciendo juguetes automáticos
y asequibles casi a todos los niveles económicos. Encontramos
videojuegos y multitud de juegos o formas de ocio sedentarias que
son asumidos y utilizados de forma generalizada.

No en esta aportación, pero sí en las siguientes compartiré algunos de
esos juegos, no es posible compartirlos todos pues se haría interminable,
tedioso y pesado, pero en varias aportaciones pondré los que pueda.

   Los nombres de los juegos no eran uniformes, es decir, se conocían
por nombres diferentes e incluso ni se les ponía o conocían con un
nombre. Como ejemplo un juego era conocido como el burro, el caballo,
la burra o simplemente se empezaba con el planteamiento de : “ vamos
a jugar al mismo del otro día”, o, ¿jugamos al juego de ayer?.

 EL JUEGO ES NECESARIO, DIVIERTE, SOCIALIZA EDUCA
Y ENRIQUECE.

Todas las cosas tienen un motivo o por qué, si los juegos
desaparecieron es para dejar paso a nuevos conocimientos
y formas de actuar. Con esos cambios también vino
la necesidad de adaptarse a nuevos espacios y localizaciones.
La calle dejó de ser ludoteca al aire libre para soportar el
tráfico, el bullicio, pasando a ser el lugar de las prisas.